Sólo siguiendo el ritmo de las nubes llegarás a alguna parte

sábado, 5 de noviembre de 2011

Que la cabeza te diga lo contrario al corazón y hacerle caso al corazón sintiéndote una estúpida


Cuando quieres a alguien y deja de ser lo que era para ti o se va de tu vida, no le puedes odiar. No puedes querer vengarte, bueno, sí que puedes, pero aunque pudieras no lo harías, porque le quisiste y fue demasiado para ti. He escuchado mil veces eso de "que daño me ha hecho, se va a enterar ahora", bien, no me lo creo. Ese rencor, odio, ganas de venganza, de pegarle, de hacerle pasar lo mismo que tú sufriste... no creo que sean reales, me parece que son puros sentimientos superficiales que uno se auto-obliga a sentir para sentirse superior, para creer que nada ni nadie le puede herir en lo más profundo de su corazón y ponerle toda la vida patas arriba. Porque sí, yo también he pensando "tal persona me ha traicionado, voy a hacer como que no me importa, volveremos a estar igual y cuando menos se lo espere ¡PAM! le pagaré con la misma moneda". Sí, he pensado eso más de una vez (sé que no está bien, pero es inevitable), ¿pero he sido capaz de hacerlo? nunca, jamás. Si alguien me hizo sentir bien en su día, vale, luego me hizo daño, pero todo el bien que me hizo sigue contando, y creo que para todo el mundo pasa eso. Pero a nadie le gusta que sus amigos le vean derrotados y luego no hacer nada. Pensar que esa persona va a pasar lo mismo que nosotros por nuestra culpa (que no gracias a nosotros, porque no es bueno) nos da fuerza, nos hace sentir mejor, pero nos sentimos mejor a causa del futuro dolor imaginado que hacemos a otros. Así que por favor, entiendo el dolor, igual no lo he vivido, no sé lo que se siente, pero puede entender una milésima parte de lo que es, y por pensar que vas a hacer daño no arreglarás nada, porque no eres capaz, casi nadie en el mundo es capaz, no te engañes y sigue adelante con tu dolor sin intentar que quien te lo causó lo sienta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario