Sólo siguiendo el ritmo de las nubes llegarás a alguna parte
miércoles, 14 de diciembre de 2011
Las palabras más bonitas son las que nunca decimos
Joder, que ya está bien de cobardías, de hablar mucho y actuar poco, porque he oído mil veces que la vida son dos días, pero ¿sabes qué? Aunque la vida fueran novecientos catorce mil treinta y cinco billones de días, querría seguir viviendo desde el día nº 1 como si fuera el último. Y lo sé, que no es fácil decir las verdades a la cara, ni a la espalda, porque muchas veces no es fácil decir verdades. Que duelen, que te duelen y las respuestas que te pueden dar también duelen. ¿Y qué? Si no duele hoy, dolerá mañana. Y por eso me auto convenzo, porque soy así, porque todo esto no tiene sentido, pero quiero seguir viviéndolo. Si me cansé de las sonrisas y las palabras vacías es cosa mía. No entiendo por qué hay que "pasar página", simplemente vive y cuando esté llena, se pasará sola. Las páginas no están escritas, se van escribiendo y no puedes dejar de hacerlo. Con buena letra o con mala, con prisas o con calma, contigo o sin ti, da igual, porque la vida sigue escribiendo su historia.
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