Sólo siguiendo el ritmo de las nubes llegarás a alguna parte

lunes, 1 de agosto de 2011

Te doy las gracias por las cosas que aún te quedan por hacer

Venga, hoy ha llegado el día de las gracias. Pero no a todas y cada una de las personas que me han acompañado en mi corta vida (o larga, según se mire). No, hoy voy a darte las gracias a ti. A esa persona que no va a leer palabra de lo que escribo aquí y que debería saberlo todo. Nos conocimos por casualidad, como suele pasar ¿no? En fin, no voy a contar la historia de mi vida desde que te conocí, sería absurdo.
Por lo que te quiero dar las gracias es por el efecto que has causado en mí. Me has "obligado" a decir cosas que no quería decir, me has "obligado" (sigo poniéndolo entre comillas, porque no me has obligado, sólo me has hecho hacerlo) a abrirme, a decir lo que siento y lo que pienso. A veces las palabras se quedan cortas y esta es una de esas veces. Y no sólo el cambio ha sido contigo, también con el resto del mundo. El otro día estaba esperando al autobús y me puse a hablar con una persona que estaba al lado. Después pensé... ¿de verdad soy yo? Quiero decir, soy la típica chica que si le habla alguien que no conoce sonríe y dice pocas palabras para intentar cortar la conversación lo antes posible. Igual (solamente igual), ya no soy esa chica. Igual he dejado de tener vergüenza de decir tonterías porque he empezado a tener vergüenza de decir cosas más serias. La verdad, hace unos meses no me imaginaba capaz de ser como soy ahora. Tal vez nadie se haya dado cuenta del cambio... bueno, sí se han dado cuenta, pero tal vez tú no. Estoy casi segura de que no eres consciente del efecto que has causado en mí, que desde el día que empecé a decir lo que sentía me han llamado loca, pero también me han dado muchos más abrazos. Estoy loca, cierto, estoy loca por muchos motivos, pero sé que ser más sincera y callarme muchas menos cosas no es una de esas razones.
En fin... te estaba dando las gracias, sí, a ti. Y también tengo que decirte (lo siento, no puedo callármelo) que he pasado momentos incómodos contigo, muchísimos, demasiados, y que todavía bajo la mirada al decir "te quiero", y todavía me pongo roja por cualquier tontería. Pero bueno, basta de cosas negativas, porque hoy estoy dándote las gracias, porque estoy más orgullosa de mí misma, aunque antes también lo estaba, pero de forma diferente, de una manera más discreta; porque soy ¿mejor persona? creo que sí, soy un poco mejor persona; y porque como tantas veces me han dicho que soy fría, y me lo siguen diciendo, ahora soy un poquito menos fría. Creo que eso es todo lo que puedo decir, y lo digo otra vez más... gracias.

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