He estado pensando en que últimamente no tengo tiempo para (casi) nada. Igual ahí está la clave de que esté empezando a olvidar ciertas cosas, personas, momentos, palabras y conversaciones. En realidad, creo que lo hago a propósito. Estoy convirtiendo mi vida en un caos, básicamente mi vida se resume en ir de aquí para allá sin parar más que para dormir.
No sé si eso es recomendable o si es bueno, pero estoy segura de que aunque me agote, en el fondo me hace bien. Me hace bien estar tan ocupada intentando hacerlo todo que no tengo tiempo de "hacer nada" y pensar.
Llego a clase y "¡dios mío, esto es muy difícil! voy a atender", llego a casa y "voy a comer rápido y así veo un rato la tele", veo la tele y "voy a hacer deberes", no termino de hacer deberes y "voy a ir a tal sitio", llego de tal sitio y "voy a terminar los deberes y cenar", ceno y "ahora tengo que estudiar, mañana hay examen de esta asignatura", termino de estudiar (en realidad no termino, porque últimamente estudio demasiado poco), es tarde, mejor me voy a dormir ya. Llevo así desde mediados de septiembre y realmente no sé cuánto tiempo voy a poder aguantar este ritmo. Es cierto, he dicho que me hacía bien, pero también me hace mal parar solamente un ratito después de comer y el resto del día estar de un lado a otro.
Supongo que en un momento mi vida se puso patas arriba y ahora estoy intentando volver a la normalidad de antes. Pero supongo también que si van a tener que pasar todas estas cosas para que todo vuelva a ser como antes, entonces va a costar y no sé si realmente soy capaz de hacer tanto esfuerzo por volver a una rutina de la que yo misma quería salir. No lo entiendo, cuando estás en la rutina, en el círculo aburrido, quieres salir de él; pero cuando sales y te das cuenta de que fuera las cosas no son mucho mejores, haces todo lo posible por volver a la rutina...
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