Sólo siguiendo el ritmo de las nubes llegarás a alguna parte
lunes, 31 de octubre de 2011
La más falsa de las sonrisas, por ti, mi más querido amigo
Odio Halloween. Odio a los niños que llaman a las puertas, porque siempre llaman cuando estoy viendo una película y claro, no les abro la puerta. Y como no quiero que sepan que hay alguien dentro de la casa, porque si no siguen insistiendo, tengo que bajar el volumen de la tele y no sé por qué motivo siempre llegan en los mejores momentos de las películas y me quedo sin saber lo que pasa. ¿He dicho que odio Halloween? Pues rectifico, odio a los niños que celebran Halloween.
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