Sólo siguiendo el ritmo de las nubes llegarás a alguna parte

lunes, 5 de septiembre de 2011

Dime que nuestra historia en realidad nunca fue una historia

- Vale, ya está, se acabó el juego. ¿Puedes hablar claro de una vez? ¡No! No puedes. Pues yo lo haré por ti. Dime que no me quieres, que nunca me has querido; que en tu vida no soy nada, que soy menos que eso. Dime que cuando me miras no recuerdas ni un sólo momento de felicidad, que no te sale una sonrisa, por pequeña que sea cuando me ves. Dime que nunca hubo nada, que fue sólo mi imaginación, que me lo inventé todo. Dime que no ha acabado, porque nunca empezó nada, pero que si tuviera que acabar, justo ahora sería el momento. Dime que jugabas a un juego, que te divertías mintiendo, que lo hacías solamente por probar. Venga, dímelo y te prometo que de ahora en adelante haré todo lo que pueda para olvidarte.
+ No puedo hacerlo.
- Te pido una cosa y está bien, no tengo derecho a pedirte nada, pero me importa bien poco, porque te lo voy a pedir igual. Dime que me quieres o dime que todo lo de antes es cierto, porque no puedo más. No aguanto más que seas un puto indeciso, que un día todo vaya bien al día siguiente sea un cero a la izquiera. No puedo soportar más callarme las cosas, que menosprecies mis sentimientos y que juegues conmigo. Así que adelante... ¿todo era verdad o sólo era un puto juego para ti?

No hay comentarios:

Publicar un comentario