Sólo siguiendo el ritmo de las nubes llegarás a alguna parte

sábado, 3 de septiembre de 2011

Y un día dices basta, pero todo dice sigue y no hay forma de parar, pero tampoco de continuar

Hablar por hablar, palabras que no dicen nada y otras que dejan demasiado a la imaginación. A todos nos gusta una pequeña dosis de misterio en la vida, pero la oscuridad nos asusta como a niños pequeños. Sigo pensando en el miedo y en la vida, y en la vida con miedo y en el miedo a la vida, y en la frialdad con la que hablo de todos ellos y en la frialdad con la que a veces gobiernan nuestras vidas.
Y digo basta y digo vale, se acabó, pero todo sigue dando vueltas y cada vez gira más deprisa y no hay forma de echar el freno si no te atreves a moverte... porque si no alcanzas tú el freno, nadie lo hará por ti, porque todos quieren que gires cada vez más deprisa, hasta que te marees y ya no veas lo que hay a tu alrededor. Porque eso es lo que pasa cuando no eres valiente, que pierdes la noción del tiempo y del espacio. Y como dice la física, el tiempo y el espacio se relacionan con la velocidad. O sea que en cuando más rápido menos consciente de todo eres, ¿y si no eres consciente como lo paras? Pues con palabras, pero de las de verdad, de las que llevan mucho sentimiento y un poquito de mensaje oculto detrás, porque al fin y al cabo, para vivir hay que aprender a leer entre líneas.

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